El sociólogo chillanejo y coordinador del movimiento por la asamblea constituyente estuvo en la ciudad para analizar “la vía moderna” que respalda
Texto: Isabel Charlin
icharlin@ladiscusion.cl
Foto: Mauricio Ulloa
Fuente: La discusión de Chillan
A su juicio, “el Estado debe reconocer que el único poder constituyente originario es el pueblo”.
Criticó los cabildos ciudadanos de Harboe: “Son una farsa, ellos no quieren cambiar la Constitución”, sostuvo.
LEGITIMIDAD Y ORIGEN
DIRIGENTE
INICIOS: Gustavo Ruz fue dirigente estudiantil en Chillán y en la UdeC, en Concepción. Ingresó a la Juventud Socialista, y durante la Unidad Popular fue un estrecho colaborador de Salvador Allende. Durante la dictadura fue detenido y exiliado, retornando más tarde al país.
Para Gustavo Ruz Zañartu, el único mecanismo válido para
darle a Chile una nueva Constitución, es la Asamblea Constituyente. Todo lo demás, apunta, es
impracticable e ilegítimo, incluyendo una reforma vía Parlamento, a su juicio,
un camino tan poco representativo como el adoptado en 1980 por la Junta Militar.
El sociólogo y ex colaborador de Salvador Allende, chillanejo de corazón, y hoy por hoy Coordinador Nacional del Movimiento por la Asamblea Constituyente ,
estuvo el viernes en...
Chillán dictando una conferencia sobre el tema que lo
apasiona hace décadas, el mismo que lo llevó el año pasado a postular a la
presidencia de
“ESTO NO ES PAN COMIDO”
- Pero hay sectores políticos que dicen que este tema no
interesa a los ciudadanos, que hay “otras preocupaciones”...
-Eso les gustaría, una masa de
idiotas pegada al televisor, al fútbol y la farándula, ajena a los problema
sociales. Y no hablo solo de la derecha, yo diría más bien del sector
conservador, porque hay partidarios del statu-quo en el gobierno y en la
oposición.
El actual gobierno dice
que buscará un mecanismo participativo y constitucional para cambiar la Carta Magna. ¿Puede la Presidenta Bachelet
convocar a un plebiscito?
No. En teoría, la Constitución sí se puede cambiar, pero con 80
diputados y 26 senadores, es decir, con un quórum altísimo. Así hizo los cambios
Ricardo Lagos, logró los votos porque a la derecha le convenía, pues era la Concertación la que
estaba eligiendo los senadores designados. Se cedió poder.
Entonces, ¿Qué vía queda
para cambiar la Constitución ?
La vía moderna, la democrática, en la que el pueblo decide.
Algo que va a regir los destinos del país por cien años más, no puede ser
resuelto por 150 señores en Valparaíso, no se olvide del caso Penta y la ligazón
de los parlamentarios con los empresarios. No es que sea demasiado radical o de
izquierda que el pueblo sea el que redacte la Constitución. El pueblo
está antes que el Parlamento, antes que el país, antes que la República.
¿Y quién o qué
respalda este mecanismo?
Eso es otra cosa, cómo se realiza un procedimiento legítimo.
Debe haber una participación de toda la comunidad para que
se destinen fondos públicos que permitan efectuar elecciones de delegados, dándoles
a todos los candidatos las mismas oportunidades, y no privilegiando a los partidos
políticos. Debe haber un vínculo con la estructura del Estado, el cual debe
reconocer que el único poder constituyente originario es el pueblo. Entiendo que
en 1980, la Junta
Militar tenía el poder fáctico, pero el Parlamento no puede
usarlo hoy, en 2014. Si lo hace, será una profunda inmoralidad.
¿El rol del
movimiento AC, entonces, es presionar al gobierno para que no realice el cambio
vía Parlamento?
Nuestro objetivo es rescatar la potestad soberana de los
chilenos y chilenas y la pluralidad de nuestro pueblo para decidir su propio
destino.
¿Qué opina de
iniciativas como la del presidente de la comisión de Constitución del Senado,
Felipe Harboe, de efectuar cabildos ciudadanos a lo largo del país para ir
sentando las bases de una nueva Constitución?
- Eso es una farsa. El señor Harboe salió diciendo dos meses
antes de los cabildos que no iba a haber nueva Constitución en este gobierno,
que solo se propondría, pero que quedaría para después del 2018. Días después,
Osvaldo Andrade agregó que “eso va a quedar para mis nietos”. Está más que
claro, ellos no quieren cambiar la Constitución , porque es una buena Carta Magna
para los defensores del neoliberalismo.
Estos señores pretenden transformar esto en un debate jurídico
y no lo es, es un debate político: ¿Queremos disfrutar de los enormes recursos
que tiene Chile? ¿O queremos seguir como una neo colonia?
- En el actual
escenario político, ¿Cómo se llega entonces a convocar a una Asamblea Constituyente?
- Se puede asumir desde la perspectiva del rescate. Es un
acto ilegal, inmoral, antidemocrático que una minoría que controla el dinero se
adueñe del país que es de todos nosotros. La opción parlamentaria es la opción
elitista. Nuestra demanda está en el ADN de la República , por lo tanto
las instituciones delegadas como el Parlamento deben facilitar la expresión de
la mayoría. Para llegar a ese punto, se puede maniobrar, como Alessandri o
Allende, juntando fuerzas sociales, federaciones de estudiantes, grupos de
intelectuales, trabajadores. El objetivo es lograr que se convoque a un
plebiscito.
Así ocurrió en 1924 con el apoyo de los militares, si esto no
lo inventó ni Carlos Marx ni el Ché Guevara, es una deuda histórica que no se
ha pagado por la codicia de una minoría de oligarcas que desprecian al pueblo.
Yo no estoy diciendo que sea pan comido, esto es una lucha tan justa como las
batallas de Chacabuco o Maipú.
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